Entrevistamos a Lorelei Green

Hola Lei, gracias por formar parte de Más Músicas.

¿Qué es lo que te motivó a formar parte de esta iniciativa? 

Tal y como yo lo he vivido, los referentes masculinos nacionales han llegado a mí de forma natural a través de los medios. A las mujeres tuve que buscarlas intencionadamente y, al ver el nivel, no comprendí cómo había tenido que hacerlo.

Más Músicas visibiliza a mujeres con propuestas musicales diversas y muy interesantes. En cuanto conocí la plataforma supe que quería colaborar.

¿Faltan referentes en la música?

Yo diría que no. Quizá haya referentes que tengamos que «salir a buscar», pero están, y probablemente ahora mismo estén escribiendo, leyendo, acariciando un instrumento, o dándole bandazos.

¿Cuál o cuáles son los tuyos?

He tenido todo tipo de referentes musicales. Me cuesta responder a esta pregunta, porque puedo hablar de muchas figuras a las que he admirado por una u otra cosa. Muchas de ellas, conforme he ido evolucionando, han ido cambiando. Actualmente admiro a artistas en quienes veo verdad. Sobre todo personas que componen y ponen el foco en lo que pasa en su interior, con su música y su forma de transmitir, y no tanto en lo que pasa fuera (en las redes sociales, por ejemplo). A las que sudan y sangran su música. ¿Sabes quién me viene ahora mismo a la mente? Carmen Boza. También mi compañera Road Ramos. No tengo por qué irme muy lejos para encontrar referentes.

¿Qué crees que podríamos hacer entre todos para cambiar la situación?

Supongo que lo ideal sería que no nos quedáramos en el consumo rápido. Que tuviéramos las ganas de explorar un poco más allá y de buscar algo que nos emocione, quitándonos de encima etiquetas e ideas preconcebidas. (Se dice rápido.)

¿Cuéntanos qué querías ser tú de pequeña?

¿La verdad? «Veterinaria de animales no muy enfermos». Cuando me lo cuentan me da la risa. No me veía superando la pérdida de un paciente peludo. Pero, vaya, eso y muchas cosas más.

Actualmente tampoco sé contestar con seguridad a la pregunta y eso me da un poco de gustito en secreto. ¿A lo que me dedico? Escribir, componer, tocar, trabajar en proyectos paralelos, dar brasa por las redes sociales, trabajar como maestra… ¿Lo que soy? Estoy en ello.

¿Cómo empezaste en la música?

En casa siempre ha habido música. Yo estaba todo el día cantando. Más tarde, todo el día leyendo y también escribiendo. Aún recuerdo mi primera «poesía»… No se la deseo a nadie.

Llegó un momento en que las ganas de contar y de cantar se encontraron y me pillaron con una guitarra en la mano. Más tarde, un conocido me cerró un conciertillo acústico sin apenas darme tiempo para pensarlo. Puedo decir que lo que vino después fue como un mecanismo que se puso en marcha de forma natural.

¿Cómo era la Lorelei Green y cómo es ahora la Lorelei Green del presente? 

Por poner un ejemplo, la Lorelei Green del pasado no podía evitar una sensación como de pedir disculpas cuando tocaba un tema propio. Los escondía agazapados entre versiones.

El día en que decidí no tocar versiones en mis conciertos, empecé a creer realmente en mis canciones. Me dije: «Lo que yo puedo aportar realmente es esto, mis canciones. Cualquiera que se suba a un escenario puede interpretar un tema ajeno, posiblemente mejor que yo, pero mi forma de contar mediante la música y las palabras… Es solo mía. Y es esto lo que quiero hacer, no importa si vienen a escucharme cien, o diez personas.»

¿Qué es para ti lo mejor de la música? ¿Y lo peor?

La música es maravillosa. No se me ocurre nada malo que decir. Es un chaleco salvavidas, una red que conecta, un lenguaje que llega directo… No sé. Creo que es mucho más de lo que a veces se le puede a una venir a la mente al escuchar la palabra.

Otra cosa es la industria de la música, o lo que puede entenderse por «el mundillo de la música». Estos dos últimos dependen de las personas y en esa categoría sí puede hablarse de «lo mejor» y «lo peor».

Me quedo con que a mí la música me lleva por un camino de autoconocimiento y de ganas por evolucionar que son un motor que siento imparable. Me ha hecho crecer, enfrentarme a situaciones surrealistas, poner los pies en la tierra… He conocido a personas increíbles y también he visto cosas feas.

A veces es muy duro y otras increíblemente bonito. La vida ¿No?

¿Qué objetivos deseas realizar? 

He reflexionado mucho acerca de esto. El día a día nos arrastra a ponernos objetivos que alcanzar y a veces olvidamos que nuestra Ítaca particular no nos está dejando disfrutar del viaje.

Cuando me hago esta pregunta, me digo antes que nada que mi objetivo es no perder el foco. Seguir escribiendo, componiendo, intentando estar cada vez más satisfecha con lo que hago. Mi objetivo es seguir trabajando en esto y disfrutando. Ir perfilando mi lenguaje en la música. Y ojalá, claro, funcione más allá de mis cuatro paredes, pero lo sitúo en segundo lugar.

¿Cuéntanos en qué estás ahora?

Sigo tocando, moviéndome, metiéndome en proyectos que me mueven… También trabajo con un par de compañeros en La Calle Sonante, por la dignificación e impulso del arte callejero.

Estoy preparando con unos compañeros el vídeo Luz de Carretera, que saldrá -espero- bien pronto. Y estoy deseando entrar a grabar el segundo disco. Tengo por delante un gran trabajo de selección y después un trabajo inmenso a muchos otros niveles. Sé que va a ser estresante a más no poder. Un masoquismo precioso.

¡Muchas gracias!

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